Tuberías contra incendios
Está especialmente diseñada para soportar altas presiones hidrodinámicas, necesaria en los sistemas contra incendios. Generalmente la tubería contra incendio se ranura para un acoplado rápido.
En la mayoría de los casos incluye a equipos de impulsión y red de incendios, quienes garantizan un adecuado caudal y presión de agua para el control de un incendio.
Es importante mencionar que el caudal de agua puede mantenerse el tiempo que sea necesario, hasta lograr apagar el fuego.
En general, las tuberías son metálicas, de forma predominante acero al carbono, aunque también se permite el uso de cobre. Respecto a los materiales no metálicos, los más comunes son CPVC y polipropileno para instalaciones aéreas y PVC y Polietileno de Alta Densidad en redes enterradas.
Centrándonos en las tuberías contra incendio de acero carbono, aunque existen diferentes procesos de fabricación, las más comunes son los tubos obtenidos a través de acero estirado, sin soldadura y los tubos fabricados a partir de pletina de acero mediante soldadura eléctrica.
Mantenimiento de Tuberías contra incendios
Cuando los equipos contra incendio son a base de agua, es recomendable realizar un mantenimiento preventivo. Se trata de comprobar que el sistema de agua está recibiendo la presión necesaria para su activación.
Por eso, las actividades de mantenimiento para tubería contra incendios son:
- Realizar la inspección de los rociadores contra incendios.
- Comprobar el estado físico que tienen las válvulas.
- Evaluar todo lo correspondiente a las tuberías y conexiones internas. Además de
la trayectoria que tienen. - Realizar pruebas de operación de bombas.
- Pruebas de flujo para la bomba de incendio.
- Pruebas para los supresores de contraflujo.
- Evaluación de riesgo.
- Elaboración de informes de las pruebas realizadas y descarga del hidrante de la
tubería.